Flowerbomb

Flowerbomb

La nariz del perfumista Olivier Polge se intuye fácilmente en esta impresionante creación para Viktor & Rolf en 2005. Antes de su traslado a Chanel como maestro perfumero de la casa, Polge trabajó con varias marcas para crear algunas de las fragancias dulces más amadas del mercado.

Las notas de salida de Flowerbomb están marcadas por la bergamota y la mandarina siendo las que más se perciben. El jazmín sambac, la freesia, la rosa centifolia y el osmanto son las flores que denotan la pura esencia de la fragancia mientras que el pachuli, la vainilla, el ámbar, las notas de praliné y las amaderadas definen las notas de fondo. Una auténtica delicia.

Pero si algo ha conquistado mi alma creativa, es el diseño de su maravilloso frasco, concebido por el diseñador Fabien Baron, que realza la naturaleza opulenta de este perfume: una granada-diamante lista para estallar como la primavera. Y su sello lacrado en negro a modo de anilla de seguridad.

Las ilustraciones de producto a veces pueden resultar algo estáticas o aburridas (al menos más allá de su interés gráfico), por lo que me ha encantado jugar con la naturaleza explosiva de este perfume y dotarlo de ese dinamismo de una bomba arrojada, precipitándose, justo en el momento en que se inicia un estallido de mil hojas, pétalos y flores. Intensidad, peligro, poder y energía, contrastados con la feminidad, elegancia y delicadeza de las flores en una de las escalas de color que ya sabéis que es de mis favoritas: los rosas.

Espero que os guste mi pequeño homenaje a este icónico eau de perfume.


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